Probablemente ni el horario ni los equipos hayan sido una invitación para que los televidentes sigan de cerca el Riestra-Atlético de ayer. Cuando la pelota empezó a rodar, tampoco aparecieron los elementos que terminen contagiando a los simpatizantes “decanos” que esperaban una situación similar a la que mostró el equipo frente a River.
La idea de la dupla fue aprovechar los espacios reducidos del Guillermo Laza con un 4-3-3 bien marcado. Bajamich, Servetto y Pereyra fueron los más adelantados, pero siempre estuvieron fuera de sintonía, lógico. Con el “10” posicionado casi como un extremo, ni Renzo Tesuri ni Nicolás Castro pudieron romper la linea férrea que propuso Cristian Fabbiani en la mitad: Ortiz, Goitia, Goya y Céliz se encargaron de interrumpir cualquier circuito de juego que intentó Atlético. Esto obligo -durante todo el primer tiempo- a Nicolás Romero y Francisco Flores a buscar con pelotazos frontales a los delanteros, que estuvieron muy bien controlados por los cuatro defensores locales.
En el complemento ambos equipos se soltaron un poco más. De hecho en los primeros segundos Nicolás Castro casi sorprende a Ignacio Arce con un remate de zurda. Atlético se adelantó unos metros, pero otra vez un pelotazo cruzado (como el segundo gol que le marcó Instituto) complicó la vida. Orihuela y Romero fueron con Benegas, que terminó peinándola para que José Méndez aparezca en soledad. Ni Castro ni Pereyra cubrieron la espalda del lateral, pero ese no fue el último error de la jugada. El centro del ex Atlético encontró a Milton Céliz en la puerta del área que le ganó en el retroceso a los volantes tucumanos y Néstor Breitenbruch no llegó a cerrar. Nada que hacer para Devecchi.
El gol tempranero de Riestra obligó a la dupla a realizar dos variantes, para tratar de cambiar el aire en ataque, ya que Servetto y Bajamich estuvieron muy desconectados del resto del equipo. Los ingresos de Francisco Bonfiglio y Mateo Coronel no modificaron la ecuación, el equipo no lograba dar dos pases seguidos y jugaba lejos del arco de Arce.
Con el correr de los minutos la fisonomía del equipo mutó a un 4-1-2-3, con Acosta jugando de contención cerca de los defensores, Tesuri y Castro como armadores para el tridente ofensivo que continuaba sin generar peligro.
Solamente dos tiros al arco tuvo Atlético en el complemento: uno de Tesuri, que agarró de volea un rebote y un tiro libre de Pereyra, en ambas el “1” de Riestra respondió de manera formidable.
El final fue puro desorden, el cambio de Flores por Giani no sirvió más que para acumular gente en los últimos metros, lo que facilitó el trabajo de los defensores de Riestra que casi no pasaron sobresaltos durante los 90 minutos. Ni siquiera el último intento le salió al “decano”. Pereyra tiró un centro largo y Tesuri la bajó en el segundo palo. Arce voló y aseguró el triunfo de su equipo.